Todo comenzó cuando un pescador submarino se puso en contacto con algunos de nosotros. Nos transmitió su preocupación por la normativa que restringe la pesca submarina en Galicia, impidiéndonos practicar entre semana de octubre a mayo. A partir de ahí, empezamos a plantearnos la posibilidad de hacer algo al respecto. Era una situación injusta, y sentíamos que había que actuar.

Lo que inicialmente fue una idea compartida entre nosotros, poco a poco fue sumando a más compañeros. Cada día recibíamos mensajes de otros pescadores submarinos que también querían comprometerse con la causa. Nos dimos cuenta de que no estábamos solos, de que esta era una lucha de todo un colectivo que merecía ser escuchado. Así que decidimos organizarnos y hacer algo más que simplemente quejarnos: queríamos cambiar las cosas.

Durante varias semanas, analizamos la normativa, recopilamos argumentos y redactamos un documento en defensa de la pesca submarina. Este documento, que refleja nuestra postura, fue el resultado de un trabajo en equipo, con el esfuerzo y las ideas de todos los que creían que nuestra actividad debía ser respetada y reconocida como sostenible.

Con ese documento en mano, conseguimos una reunión con el subdirector xeral de pesca en Galicia. En esa reunión, expusimos nuestras preocupaciones y argumentos, dejando claro que no estábamos pidiendo ningún privilegio, sino simplemente igualdad de derechos para seguir practicando una actividad que es parte de nuestra cultura y que, además, es una de las formas más sostenibles de obtener recursos del mar.

Aunque esa reunión fue un paso importante, sabíamos que nuestro trabajo no terminaba ahí. Seguimos trabajando en nuevas iniciativas, como la recogida de firmas en plataformas digitales, y nuevas ideas y acciones que iban surgiendo durante los días. Esta es una lucha que no hemos terminado, y seguimos comprometidos en defender nuestros derechos, esperando que finalmente la normativa cambie para reconocer la pesca submarina como lo que realmente es: una actividad sostenible y respetuosa con el medio marino.

La normativa horaria que afecta a la pesca submarina, tal como aparece reflejada en el DOGA: https://www.xunta.gal/dog/Publicados/2009/20090924/Anuncio2E716_es.html desde hace años, establece esta limitación horaria que ha generado una gran frustración en el colectivo. Esta normativa, que impone límites en los días de práctica, nos afecta de manera injusta y arbitraria, restringiendo la pesca submarina entre semana desde octubre hasta mayo.

Uno de los problemas principales es la falta de justificación clara para estas restricciones. A lo largo de los años, el sector ha solicitado explicaciones sobre los criterios detrás de estas limitaciones, pero no ha habido una respuesta satisfactoria. A diferencia de otras modalidades de pesca, a los pescadores submarinos se nos impone un calendario más estricto sin tener en cuenta que nuestra actividad, lejos de ser masiva o perjudicial, es una de las más sostenibles que existen.

La normativa vigente lleva demasiado tiempo implantada, y parece responder más a una tradición burocrática que a una regulación actualizada y adaptada a la realidad. Desde hace muchos años, esta normativa ha sido una barrera que limita a aquellos que practican esta modalidad, imponiendo restricciones horarias sin ninguna justificación científica o ambiental que las avale.

Es urgente que las autoridades revisen esta normativa horaria y acaben con una arbitrariedad que lleva años frenando a nuestro colectivo. Queremos que la regulación sea coherente y equitativa, basada en datos reales y que reconozca que la pesca submarina no debería estar sujeta a más restricciones que otras formas de pesca.

La pesca submarina es, por su naturaleza, una de las prácticas de pesca más selectivas y respetuosas con el medio ambiente. Cada pescador selecciona minuciosamente sus capturas, evitando daños colaterales a otras especies o al entorno marino. En comparación con otras formas de pesca, como las redes de arrastre o la pesca industrial, esta modalidad genera un impacto ecológico mínimo. Se trata de una actividad que permite obtener alimentos frescos de manera directa, sin intermediarios y sin la explotación desmedida de los recursos.

El colectivo de pescadores submarinos de Galicia ha decidido unirse para luchar contra esta normativa injusta. A través de distintas iniciativas, como la recogida de firmas en plataformas como change.org, los pescadores submarinos están reclamando su derecho a pescar durante todo el año. No pedimos privilegios, sino igualdad de derechos para poder seguir practicando una actividad que no solo es parte de nuestra cultura, sino también una fuente de alimentos sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Es fundamental que las autoridades revisen la normativa vigente y reconozcan el valor de la pesca submarina como una actividad que promueve el autoconsumo responsable y la preservación de los recursos marinos. En un momento en el que se busca fomentar prácticas sostenibles y reducir el impacto ambiental, la pesca submarina debería ser protegida y no castigada.

En resumen, la defensa de la pesca submarina en Galicia no es solo una cuestión de derechos, sino también de sostenibilidad. El colectivo seguirá luchando para que su voz sea escuchada.

    Así es como nace AGPESUR

Para defender nuestros derechos ante normativas injustas y arbitrarias.

(C) 2024 AsOCIACIÓN GALEGA DE PESCADORES SUBMARINOS RESPONSABLES. Todos los derechos reservados.